El arte del “Mono” González

Las Vueltas de la Vida

Alejandro González, escenógrafo egresado de la Universidad de Chile, cuenta que a sus 63 años ha creado más de mil ochocientas ambientaciones para distintas películas (una de ellas, “Machuca”) y comerciales de Chile y América Latina, como la franja electoral del “No”, la campaña de Patricio Aylwin, y la de Almacenes Paris, entre otras.

Conocido principalmente en el país por ser uno de los fundadores de la Brigada Ramona Parra, dice estar muy contento y satisfecho con lo que ha realizado y logrado en su vida.

“El Mono”, como lo llaman todos, ha mantenido a su familia gracias a su profesión. Ha podido salir adelante por su desempeño en la escenografía televisiva y de cine, la cual además le ha servido para financiar su dedicación y amor por la pintura.

Su taller, ubicado en la comuna de San Bernardo, parece más bien un galpón de cachureos que un espacio de arte. Guarda todo lo que usa para sus trabajos. Objetos que más bien parecen inservibles, los recicla y los vuelve a ocupar.
Trabaja con un par de muchachos, entre ellos un arquitecto y un diseñador gráfico. Desde el segundo piso observa y dirige a sus ayudantes, mientras ellos con sus propias manos, hacen los montajes.

Ya no es sólo un simple taller, ahí mismo es donde él, con los materiales que parecían inútiles, está construyendo un pequeño departamento. De esa forma ahorra, aprovechando todos los recursos para así no desperdiciar nada. “La escalera y ventanas son de una decoración que usé para un comercial.” afirmó.

Durante las tardes trabaja en su taller, se ríe y rabea con sus “cabros”, como los suele llamar. Tiene gran cercanía a ellos, comen juntos y pasan días enteros creando y compartiendo.

No puede entender cómo algunos pintores o artistas están encerrados entre sus cuatro paredes. “Le encanta el arte al aire libre, de hecho el fin de semana estuvimos en la Plaza Brasil por el homenaje a Víctor Jara”. Mencionó Javier, uno de sus ayudantes.

Ha participado en la elaboración de murales callejeros y da clases abiertas en poblaciones. “Le encanta ayudar”, señaló el mismo joven.

Este año consiguió financiamiento para enseñar y dar charlas en seis comunas de Santiago, y está peleando para que el próximo sean diez.

Lo que más hace son sus trabajos para propagandas, “todas las semanas hago por lo menos dos o tres. Me carga el consumismo, pero es lo que me da de comer”.

No sólo se ha dedicado a eso, también a lo largo de su vida ha tenido grandes oportunidades que lo han hecho crecer como persona y ser más importante en este mundo del arte.

Su gran obra

Entre los años 1971 y 1972, el empresario de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS.), Eugenio Herman, tuvo la idea de hacer una intervención artística dentro del Hospital del Trabajador, situado en el Parque Bustamante, por lo que se decidió hacer un concurso destinado a seleccionar el mejor mural para la sala de espera. En esta oportunidad se trataba de una participación abierta. El problema fue no informar que se quería algo más figurativo, presentando sólo murales abstractos, por lo que se volvió a llamar a un nuevo encuentro, y a diferencia del anterior, éste fue con artistas previamente nominados.

Es así como Alejandro presentó su proyecto y fue el elegido para demostrar sus habilidades en grande.

Ocupa un murallón entero y ha sido uno de los pocos trabajos de la Brigada Romana Parra que han perdurado en el tiempo y que quedaron “vivos”. “La idea era pintar una parte de la muralla, pero menos mal me embalé, y use toda la pared”. Menciona haber tenido suerte, ya que el edifico entero, menos su aporte atractivo y distinto, había sido echado abajo para reconstruirlo. El 2002, el mismo arquitecto del hospital, dio la orden de que el Mono tenía que restaurar los pedazos que habían quedado vacíos por la remodelación.

De esa forma comenzó a hacerse más conocido en el mundo artístico y poblacional. “Mis padres eran obreros, yo partí de abajo”. Aseguró que por su esfuerzo tiene todo esto y se siente orgulloso y feliz de haber participado en la elaboración de murales tan importantes.

Varias veces postuló la idea de realizar una pintura en diferentes estaciones de metro de Santiago. En el gobierno de Allende quiso intervenir en Moneda, luego en Neptuno, pero por problemas de financiamiento y otros motivos no pudo.

“Vida y trabajo”, una vuelta inesperada.

Su nombre vuelve a la contingencia al ser el responsable del mural más gran de Chile, “Vida y Trabajo”, homenaje a todos los trabajadores del país, que se inauguró el año pasado en la estación de metro Parque Bustamante.

Ha pasado tiempo y empieza la cuenta regresiva. “Ya estoy viejo y creo que he ido cerrando mi circulo y terminando capítulos de mi vida”, dijo satisfecho. Cree que todo pasa por algo en la vida, y si no le resultó anteriormente, esta era sin duda su oportunidad para dar lo mejor de él. Volvió a donde partió y por eso tiene gran cercanía con este lugar.

“Esta experiencia fue increíble, los materiales que usamos son de buena calidad, a diferencia de los que se usan en el arte de la calle, que se caracteriza por ser de mucha carencia, con tierra de color y brocha”, afirmó y además recalcó que todo fue, porque quieren que este regalo al país duré por mucho tiempo.

El mural fue encargado al Mono nuevamente por la Asociación de Seguridad para recordar los 50 años de la institución. “Está de más decir que mi jefe era el indicado”, afirma su ayudante, y aseguró que el haber creado el mural del hall del Hospital del Trabajador, y ser una de los pocos ejemplos que quedan del trabajo de la Brigada Ramona Parra, lo hicieron ser el elegido.

“Me siento muy unido al barrio Parque Bustamante. Hace más de treinta años comenzó mi cercanía, y el año pasado volví ahí mismo” afirmó, y no sólo eso fue lo que lo ha hecho que el cariño siga. La gran amistad que formó con el empresario de ACHS, Eugenio Herman, ha sido otra de las grandes cosas que lo han acercado al parque. “A pesar de nuestras diferencias ideológicas, políticas y económicas, nos tenemos gran respeto y hemos podido establecer una relación muy buena”, finalizó el empresario. Dicen ambos que ser polos opuestos, no fue impedimento para crear ese gran lazo.